El convenio no solo introduce tecnología para hacer más eficiente el manejo de las plantaciones, sino que también abre puertas a la capacitación y al empleo local, con fuerte presencia femenina.
En el marco de este programa, se formó a trabajadoras y trabajadores de la zona con un plan que incluyó dos clases teóricas, dos prácticas y una instancia de evaluación. De un total de 19 participantes, 15 aprobaron en el primer examen y el resto accedió a una recuperación, asegurando la calidad y seguridad del manejo de la maquinaria.
Este proceso es la continuidad del modelo implementado durante la última temporada de cosecha en Coronel Belisle, donde el uso de plataformas automáticas posibilitó la incorporación de 60 mujeres del Valle Medio a la actividad frutícola. Ahora, con el inicio de las podas mecanizadas, se consolida la oportunidad de empleo estable para quienes fueron parte de esa experiencia.
El avance tecnológico no solo mejora la productividad del sector, sino que además refuerza el compromiso del Gobierno provincial y del empresariado con la generación de empleo genuino, la inclusión de mujeres en tareas tradicionalmente masculinizadas y la actualización permanente de las competencias laborales en el ámbito rural.