El informe técnico detalló que se efectuaron mediciones de temperatura en suelos y rocas, análisis gaseosos y muestreos de materiales. Los resultados arrojaron condiciones normales, con temperaturas de superficie de aproximadamente 10 °C y sin presencia de humo ni olores a azufre. Los especialistas indicaron que el área no representa riesgo de propagación hacia zonas cercanas ni constituye una amenaza para la población.
La Secretaria de Ambiente y Cambio Climático, Judith Jiménez, destacó la importancia de la intervención: “Este estudio nos brinda tranquilidad, pero también nos compromete a sostener un monitoreo constante en la cuenca de Ñirihuau, porque el carbón es un material combustible que puede reactivarse en condiciones particulares”.
Desde la Secretaría se informó además que se trabaja de manera coordinada con institutos del CONICET en la restauración de áreas degradadas, el control de la erosión y la elaboración de mapas de riesgo. Estas acciones buscan anticipar posibles escenarios vinculados al cambio climático y reforzar la prevención en territorios con características geológicas especiales.
La gestión provincial continuará articulando con organismos nacionales para garantizar la seguridad ambiental y brindar información confiable a la comunidad, consolidando un esquema de trabajo basado en ciencia, prevención y cuidado del patrimonio natural de Río Negro.