El barrio se encuentra geográficamente en una zona más elevada en relación a otros sectores de la localidad, lo que ocasiona problemas de normalización del servicio en muchos hogares, tras un corte de agua.
Los últimos trabajos que se realizaron, fueron en conjunto con personal de la firma estatal y municipal. Los mismos consistieron en la reparación de cañerías averiadas, control y regulación de la presión, colocación de válvulas, entre otros.
Al respecto, el jefe de servicio, Javier Burgos sostuvo que “todo este conjunto de tareas son sumamente necesarias para verificar y comprobar la optimización de la obra, antes que entre en funcionamiento en su totalidad”.
Vale recodar que la obra consistió en la colocación de una tanque de agua de 10.000 litros, que funcione como cisterna; se colocó una bomba, con la capacidad adecuada de impulsar rápidamente el agua a la red, para elevar la presión y abastecer de manera rápida y eficaz el servicio a las más de 130 familias que residen en el barrio.
La obra contó con una inversión de $250.000 en materiales y personal, que aportó la empresa estatal Aguas Rionegrinas. Por su parte el municipio local, colaboró con un terreno en la calle Av. Irigoyen y Carola Violatto, donde se instaló la sala de rebombeo, como así también puso a disposición de la retroexcavadora municipal.